jueves, 11 de marzo de 2010

LA ENCÍCLICA, LA AUDIENCIA Y LA COMUNICACIÓN

Para mí la relación entre la encíclica Caritas in veritate y la audiencia, es precisamente que la encíclica se redacta para una audiencia potencial que es toda la humanidad. Los papas la redactan con la finalidad de que todos los humanos y principalmente los que pertenezcan a la religión católica, la lean y recuerden los grandes principios sobre los que puede construirse el desarrollo humano en los próximos años, entre los que se destaca la atención a la vida del hombre, núcleo de cualquier progreso auténtico.

También manda una invitación a la audiencia potencial para que oren y que asi esta Encíclica ayude a la humanidad a sentirse una única familia, comprometida en la realización de un futuro mejor para todos.

La encíclica a su vez tiene una audiencia real, que son todos los teólogos, religiosos, católicos y un poco de la población creyente, que la leen, aprenden de ella y ponen en práctica los conocimientos obtenidos.


La comunicación social en la encíclica Centesimus annus
Juan Pablo II
1991


Conviene ahora dirigir la atención a los problemas específicos y a las amenazas, que surgen dentro de las economías más avanzadas y en relación con sus peculiares características. En las precedentes fases de desarrollo, el hombre ha vivido siempre condicionado bajo el peso de la necesidad. Las cosas necesarias eran pocas, ya fijadas de alguna manera por las estructuras objetivas de su constitución corpórea, y la actividad económica estaba orientada a satisfacerlas.
Está claro, sin embargo, que hoy el problema no es sólo ofrecer una cantidad de bienes suficientes, sino el de responder a un demanda de calidad: calidad de la mercancía que se produce y se consume; calidad de los servicios que se disfrutan; calidad del ambiente y de la vida en general.


- A través de las opciones de producción y de consumo se pone de manifiesto una determinada cultura, como concepción global de la vida. De ahí nace el fenómeno del consumismo. Al descubrir nuevas necesidades y nuevas modalidades para su satisfacción, es necesario dejarse guiar por una imagen integral del hombre, que respete todas las dimensiones de su ser y que subordine las materiales e instintivas a las interiores y espirituales. Por el contrario, al dirigirse directamente a sus instintos, prescindiendo en uno u otro modo de su realidad personal, consciente y libre, se pueden crear hábitos de consumo y estilos de vida objetivamente ilícitos y con frecuencia incluso perjudiciales para su salud física y espiritual. El sistema económico no posee en sí mismo criterios que permitan distinguir correctamente las nuevas y más elevadas formas de satisfacción de las nuevas necesidades humanas, que son un obstáculo para la formación de una personalidad madura. Es, pues, necesaria y urgente una gran obra educativa y cultural, que comprenda la educación de los consumidores para un uso responsable de su capacidad de elección, la formación de un profundo sentido de responsabilidad en los productores y sobre todo en los profesionales de los medios de comunicación social, además de la necesaria intervención de las autoridades públicas.


- Toda la actividad humana tiene lugar dentro de una cultura y tiene una recíproca relación con ella. Para una adecuada formación de esa cultura se requiere la participación directa de todo el hombre, el cual desarrolla en ella su creatividad, su inteligencia, su conocimiento del mundo y de los demás hombres.

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