INFORME SOBRE LOS DOCUMENTOS "MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y EL NEGOCIO DE LA GUERRA" Y "PODER PÚBLICO Y MEDIOS DE LA COMUNICACIÓN: SÍNTOMAS DE LA TENTACIÓN AUTORITARIA”
Cuando se da una guerra en cualquier lugar del país o del mundo los medios de comunicación son los primeros en rechazarla, pero así mismo los primeros en mostrar las crudas imágenes, afanados no por informar a la sociedad sino por entrar en un negocio que busca ganar consumidores, negocio donde los medios de comunicación están en función de la política y sometidos al poder, ya que lo más importante son los ingresos económicos a costa de desinformar a los televidentes ya sea fragmentando la información, cambiando el sentido de las palabras, dando importancia a lo que no lo requiere o en general desviando su atención para que no puedan llegar a ser críticos y formen su propia opinión frente a los acontecimientos.
Es claro que los medios dependen de diferentes factores por lo tanto no hay libertad de expresión, ni objetividad, ni veracidad ya que son instrumentos políticos, esto se debe en muchos casos a que “hay fieles profesionales a su servicio”, unos por criterio propio y otros por que están convencidos (que si no están con ellos corren determinados peligros), en otros casos, por que las autoridades públicas dan la espalda a los informadores o medios, o por que los altos mandos están en desacuerdo con la información transmitida.
Lo correcto sería que los medios controlaran el accionar del gobierno y estuvieran más cerca de la sociedad civil que de ellos, además que enseñaran y dieran bases a los ciudadanos para recibir con cautela, alerta y desconfianza la información que ellos mismos presentan, para llevar a cabo como dicen los documentos, “una gran esfera libre de control, en la que se forman las opiniones de los individuos”, un “periodismo premonitorio y un observatorio de medios de comunicación para que el siglo XXI sea el siglo en que la comunicación y la información pertenezcan finalmente a los ciudadanos”.
Cuando se da una guerra en cualquier lugar del país o del mundo los medios de comunicación son los primeros en rechazarla, pero así mismo los primeros en mostrar las crudas imágenes, afanados no por informar a la sociedad sino por entrar en un negocio que busca ganar consumidores, negocio donde los medios de comunicación están en función de la política y sometidos al poder, ya que lo más importante son los ingresos económicos a costa de desinformar a los televidentes ya sea fragmentando la información, cambiando el sentido de las palabras, dando importancia a lo que no lo requiere o en general desviando su atención para que no puedan llegar a ser críticos y formen su propia opinión frente a los acontecimientos.
Es claro que los medios dependen de diferentes factores por lo tanto no hay libertad de expresión, ni objetividad, ni veracidad ya que son instrumentos políticos, esto se debe en muchos casos a que “hay fieles profesionales a su servicio”, unos por criterio propio y otros por que están convencidos (que si no están con ellos corren determinados peligros), en otros casos, por que las autoridades públicas dan la espalda a los informadores o medios, o por que los altos mandos están en desacuerdo con la información transmitida.
Lo correcto sería que los medios controlaran el accionar del gobierno y estuvieran más cerca de la sociedad civil que de ellos, además que enseñaran y dieran bases a los ciudadanos para recibir con cautela, alerta y desconfianza la información que ellos mismos presentan, para llevar a cabo como dicen los documentos, “una gran esfera libre de control, en la que se forman las opiniones de los individuos”, un “periodismo premonitorio y un observatorio de medios de comunicación para que el siglo XXI sea el siglo en que la comunicación y la información pertenezcan finalmente a los ciudadanos”.